Acantilado Rojo

 

La película de la que quiero escribir hoy trata de una historia ocurrida hace mil ochocientos años en China. Donde la valentía de unos hombres cambio el curso de la gran batalla que estaba a punto de fraguarse en el Acantilado Rojo.

Esta superproducción está dirigida por el inmejorable John Woo, que cuenta con los actores Takeshi Kaneshiro, Tony Leung, Zhang Fengyi, Chang Chen, Zhao Wei, Hu Sun y Chiling Lin entre otros, ya que la cantidad de extras es tal que solo pensar en el número me mareo.

En la China del siglo II el terrible primer ministro Cao Cao consigue embaucar al emperador Xian para que declare la guerra a los reinos de Xu y Wu, convenciéndole de que es la única forma de unificar China en una sola nación. En este punto empieza la grandiosa batalla del Acantilado Rojo, que aún perdura en la historia de la China actual...

Esta es una de esas películas donde la estrategia de la batalla decide al vencedor y vencido, y gracias a eso hace que cada una de las mismas sean un auténtico espectáculo. Todas las escenas de acción están bien logradas, ya que dejan que el espectador no se pierda ningún detalle de ellas. Si a esto añadimos la maravilla visual de los emplazamientos donde se desarrolla la película, hacen que disfrutemos aun más con ella.

La verdad que tanto el guión, como la música, la fotografía y los actores están perfectamente sincronizados y encajados. Y, teniendo en cuenta que la versión que se ha estrenado aquí es sólo parte de la producción original (que tiene casi cinco horas), no quiero ni imaginarme como será verla entera si alguna vez tengo la oportunidad. Mi mayor curiosidad es saber qué es exactamente lo que me he perdido. Ya que los 145 min que tiene esta versión están perfectamente hilados y no te dejan la sensación de que el director se dejase nada en el tintero… ¡y en cambio falta la mitad de metraje! Esto probablemente quiere decir que la versión íntegra aún será más interesante para nuestros sentidos...

Incluso en esta historia, tan alejada de tipo de películas por el que le conocemos, John Woo deja su seña de identidad con la aparición de una Paloma blanca, algo típico ya en todas sus películas. Otro detalle clave del cine de Woo es la importancia que le da al humor y, ¡como no!, aquí no podía faltar. Véase la escena donde roban las flechas de sus enemigos, ya que no tiene desperdicio...

Para terminar diré que es muy entretenida y que sin duda merece la pena verla, ya que está bien estructurada y realizada. Solo me queda destacar que no tiene tanta sangre como uno podría pensar de este tipo de historias, algo que alabo y que sin duda gustará a los “no-amantes” de la sangre… que me consta que alguno hay entre los seguidores de este blog.

Esta es una de esas maravillosas vistas de la película