Supongo que cuando el director Louis Leterrier y sus guionistas Travis Beacham, Phil Hay y Matt Manfredi pensaron en hacer una nueva versión de Furia de Titanes que superase a su antecesora, quisieron contar con un plantel de actores a la altura de esta super-produccion, entre los que destacaría a Liam Neeson como Zeus, Sam Worthington como Perseo, Ralph Fiennes como Hades y Alexa Davalos como Andrómeda.
En plena guerra entre dioses y humanos se encuentra Perseo, un semi-dios que tendrá que enfrentarse a una serie de criaturas mitológicas para salvar la vida de Andrómeda y evitar la destrucción de Argos por parte del Kraken. En su tarea, nuestro héroe contará con la inestimable ayuda de un grupo de soldados griegos que intentaran eliminar todo enemigo que se cruce en su camino hacia el inframundo donde les espera Medusa...
Visualmente la película es aceptable gracias en parte a los escenarios reales, que son de lo mejor de esta incursión en la mitología griega. También ayuda lo logradas que están las criaturas (ahí es donde más se nota el avance en la tecnología entre ambas adaptaciones) dándole así mayor realismo que a sus antecesoras, pero…(y ahora es donde viene lo malo) en una cosa queda por detrás de su predecesora y es, nada más y nada menos, en su ritmo narrativo, que está desaparecido en combate (nunca mejor dicho). Entre tanta pelea monstruosa, no hay manera de seguir la historia. Hasta el punto de que la historia de amor que esconde a veces está fuera de contexto y otras ni se la ve.
Entre tanta lucha, se pierde la esencia de esta historia donde ya no se muestra la atracción o los lazos entre combatientes ya que solo hay acción y eso descompensa la película (por poner un ejemplo, la parte de los Escorpiones se me hace eterna y aburrida). Pero quizás la parte que más me dolió fue el combate con Medusa, que me dejó totalmente indiferente. Sinceramente, crear una de las mejores Medusa de la historia (en cuanto a aspecto visual y credibilidad), para dejarla en tercer plano me parece una forma patética de hacerse el Harakiri...cinematográficamente hablando.
Si su director pretendía realizar una película entretenida creo que sinceramente lo logró; pero si lo que querían era crear una de esas joyas que se quedan grabadas en la retina de los espectadores…¡pues puede quedarse esperando sentado!, ya que en lo que respecta a visualización y efectos especiales supera a la primera, pero en lo que guión y capacidad para meterte en la historia, la primera es mucho mejor. Y esto deja a esta producción por los suelos de Argos...
Tener este plantel de actores requiere darles mayor vida sus personajes con diálogos mucho más mordaces. Que sean ellos los que lleven la batuta para que el espectador se sienta inmerso en el universo que describen, y no que la acción de la cinta les lleve a ellos a rastras, ya que pierdes la batalla y lo que podía ser genial se queda en nada. Para mí, esto es lo que paso aquí, ya que si hubiesen visto con calma y luego dejado reposar la anterior película seguro que ahora estaría diciendo que he visto algo espectacular y no que es simplemente una película más del montón sobre la guerra entre dioses y humanos....
En fin, me voy en busca de otras aventuras que contaros mientras espero vuestros comentarios...
A mi dejó más que fría esta película y el único motivo por el que la ví fue porque salía Sam Worthington luciendo palmito y porque el director, fanático de Los Caballeros del Zodíaco, los había homenejeado poniendoles a los Dioses del Olimpo, armaduras divinas ..
ResponderEliminarPor lo demás, la película hace aguas por todas partes y no la salva ni la mismísima Atenea XD